viernes, 29 de mayo de 2009

RELATO Nº9

Noches con Teresa

“Polla dura no cree en Dios, cariño.” “No seas imbécil. Te estoy hablando en serio.” Tomás no sabe bien qué contestar. En realidad no sabe si debe decir algo o no. “Yo también hablo en serio.”, se atreve. “El sentimiento religioso es algo natural en el ser humano. No puedes discutirme eso.” “Yo no te lo discuto.” “Pues pareciera que sí.” Tomás cierra los ojos y gime. “Lo único que te digo es que Jesús dijo que ningún hombre puede hacerse merecedor de la misericordia de Dios por si mismo.”, parece que dice Tomás entre suspiros. “Oye mira, si te pones así, lo dejamos.”, contesta Teresa deteniéndose y jadeando. “No, no, si no me pongo de ninguna manera.” Teresa prosigue: “El mensaje de Jesús es claro: amaos los unos a los otros.” “Pues eso. Pero…” “Pero, ¿qué?” A Tomás le cuesta razonar. El corazón le late a mil por hora. “A mí Jesucristo me da mala espina. Un hombre que cree en el castigo eterno del infierno no puede ser muy de fiar.” No hay respuesta. Teresa parece estar en trance, con la cabeza hacia arriba, sin parar de moverse, a horcajadas sobre Tomás. Suelta un grito y Tomás cree que le va a dar una hostia por lo que ha dicho. Pero después de unos segundos ella se destensa y le mira y le sonríe. “Piensa lo que quieras, cielo.”, dice Teresa derrumbándose en su pecho. “Dios, Dios, Dioooos”, grita Tomás temblándole todo. “Lo ves.”, dice Teresa.

BIRALBO

No hay comentarios: